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El Precursor:

FELIX DUFOURQ

 

Capitán de navío. Félix Dufourq, quien presentó planos para las obras militares del Puerto Belgrano, siendo premiados por el Ministerio y por el Estado Mayor General en el concurso del Certamen anual del Centro Naval, el 25 de Mayo de 1894.

 

 En base a nuestras búsquedas en archivos y bibliotecas, podemos rectificar algunos errores que se han generalizado y que se repiten siempre que se trata de historiar la fundación del Puerto Militar Belgrano y por extensión de Punta Alta, en lo relativo a quién corresponde el merito de haber elegido a la "bahía blanca" como lugar apropiado para apostadero de la escuadra.

Es grato al sentimiento nacional, establecer, de una vez por todas, que el ilustre ingeniero italiano que ejecutó las obras navales, el señor Luis Luiggi, no hizo otra cosa, en lo que al emplazamiento del puerto se refiere, que coincidir con las conclusiones a que habían arribado, con mucha anterioridad, varios ilustres y capacitados marinos de nuestra Armada, que habían recorrido, en todos sus accidentes geográficos, la costa atlántica.

Es muy elogioso para nuestro patriotismo, el poder afirmar que, mucho antes de la llegada al país del constructor del Puerto Militar Belgrano, la visión certera de los marinos argentinos, había elegido ya el sitio estratégico en que debían tener su apostadero las naves de guerra de alta mar. Muchos fueron los marinos de nuestra Armada que estuvieron acordes en señalar al llamado Puerto Belgrano, como el mejor amarradero que pudiera encontrarse para la escuadra. Puede afirmarse que casi todos los marinos que hicieron su carrera naval a bordo de los navíos y no en las oficinas burocráticas, tenían por nuestra “bahía blanca” una verdadera preferencia.

Entre estos precursores, queremos destacar por sus meritos sobresalientes, al capitán de fragata señor Félix Dufourq, por ser el que más brego pare que el proyectado puerto militar tuviera su realización en Puerto Belgrano.

El capitán Dufourq fue quien trazó los primeros proyectos de puerto militar en Bahía Blanca; quien vulgarizó su idea por la prensa y la sostuvo con calor; quien contendió con muchos intereses creados y quien, por fin, tuvo la satisfacción de ver que el ingeniero Luiggi compartía su tesis. Es, pues, al capitán Félix Dufourq a quien en realidad corresponda el título de fundador del Puerto Militar Belgrano. Si Punta Alta es hija del puerto militar, nacida a su calor y protegida por su poderosa influencia, el capitán Dufourq es también, el verdadero fundador de Punta Alta. No importa que no lo fuera materialmente, pues siempre la idea es anterior a la acción.

Punta Alta está en deuda con el capitán Dufourq que tanto hizo pare que naciera. Ningún paraje, ninguna calle lo recuerda. Los más antiguos vecinos no saben de su paso ni de su empeñosa acción. Pero algún día el nombre del capitán Felix Dufourq será debidamente apreciado en Punta Alta y recibirá el homenaje recordatorio a que es acreedor en justicia.

El "Gran Álbum de Punta Alta" siente un justificado orgullo al poder atestiguar que nuestros marinos fueron los primeros en elegir el sitio apropiado para el puerto militar. De la amplia documentación que poseemos al respecto, destacamos unos cuantos concretos para que queden como constancia de que los grandes navegantes, tanto extranjeros como argentinos, destacaron desde antiguo las ventajas que, en comodidad y amplitud ofrecía para los barcos la "bahía blanca".

El capitán Fitz-Roy, que comandaba el navío inglés “Beagle”, en que realizó su viaje alrededor del mundo el sabio naturalista Darwin, sondeó las aguas de la bahía en el año 1833 y estableció que: “aunque 40 veces más chica que el Río de la Plata, esta bahía tiene sin embargo una hondura, término medio, dos veces mayor que la de éste".

El ingeniero Carlos E. Pellegrini, que visitó la bahía como presidente de la Comisión Científica Exploradora del Sud del Estado, nombrada por el gobierno de Buenos Aires en 1859, dice que: “en el llamado apostadero de Puerto Belgrano pueden moverse cómodamente 250 de los buques más grandes que puedan construirse”.

El capitán don Martín Rivadavia, en un informe presentado al ministro de Marina el 25 de septiembre de 1888 sobre las condiciones del puerto de Bahía Blanca, decía: “Merece que se establezca en Puerto Belgrano una estación marítima para nuestra armada, en la que los buques que recorran la costa puedan aproximarse y repararse sin necesidad de regresar a la capital”.

 

 


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