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Militar y mas adelante Base Naval de Puerto Militar. Por reglamentación de 1° de agosto de 1923, quedó su nombre tal como está al presente: Primera Región Naval de Puerto Belgrano. Sin embargo, en el conocimiento popular, sigue llamándose como en su creación: Puerto Militar, como la ciudad entrevista por Luiggi a la que bautizó con el apellido del presidente de la República: “Urriburía”, sigue llamándose el nombre original del lugar: Punta Alta.

 

El presidente doctor Uriburu y el Ingeniero Luiggi, en una de las baterías.

Además de las obras principales para el Puerto Militar, se iniciaron las obras complementarias a lo largo de las costas del Atlántico de acuerdo al proyecto estudiado por el ingeniero Luiggi.

Con este objeto fueron adquiridos los materiales para la línea telegráfica estratégica al Sur, iniciándose la primera sección del mismo hasta el Chubut.

Se estableció también un telégrafo óptico entre la costa y los buques fondeados en el Puerto Militar.

 

 

El acorazado San Martín, atracado en Puerto Militar.

 

Fue autorizada la construcción de los dos faros y semáforos para indicar la entrada del Puerto Militar y de algunos faros para la costa Sur, esto es, los de la isla Penguin, de la isla Año Nuevo, del Río Chubut, del Río Negro, etc.

El Ministro de Marina, Comodoro Martín Rivadavia, emitió su opinión en la memoria elevada al H. Congreso de la Nación, donde entre otros párrafos establecía que:

“Las fuerzas combinadas de mar y tierra con su artillería ligera de campaña, que tendrá su asiento en este importante centro militar, cabeza de varias líneas estratégicas y comerciales que lo unen a toda la República, lo harán inexpugnable una vez terminado el plan que sigue el P. Ejecutivo para la defensa de ese punto”.

La primera batería que estuvo completamente artillada y en condición de combate, fue la número 3, ubicada en Punta Congreso (antes Punta Sin Nombre) y fue experimentada el día 9 de mayo de 1899, en presencia del Ministro de Guerra General Luis María Campos, cuya halagüeña opinión al respecto está resumida en el telegrama que dirigió al Presidente de la República, Tte. Gral. Julio A. Roca el mismo día de la prueba, y en algunos de cuyos párrafos dice:

“Acabo de visitar las obras del Puerto Militar y las defensas. El día espléndido ha favorecido la excursión. La impresión que causa el estado general de las obras es enteramente favorable.

En estos lugares, antes desiertos y silenciosos, reina una animación extraordinaria. Los médanos y la costa están llenos de construcciones, de talleres, de plantaciones y el ferrocarril militar que pone todas las obras en comunicación está en pleno movimiento.

He visitado detenidamente la batería 3, que está terminada. Naturalmente, las defensas del puerto tendrán toda su máxima eficacia con los fuertes que se construyan sobre el Banco Toro, de acuerdo con el programa trazado de antemano.

Se realizaron las experiencias de tiro con las cuatro piezas de 24 centímetros de 35 de calibre de la batería citada. Estuvieron bajo la dirección de Los comandantes Dufourq y Mallo. Se hicieron 12 disparos con granadas de 215 kilos y carga de 25 kilos pólvora Macarroni. Estos disparos fueron muy buenos en dirección y distancia.

Ya de noche nos dirigimos a la batería número 5, en construcción la que fue bautizada cabiéndome el honor de ser su padrino y la de colocar la mezcla que sostendrá el escudo nacional, que será seguramente bien defendido el día de la prueba.

El señor ingeniero Luiggi, llena debidamente la misión difícil de que está encargado”.

La artillería que se emplazó en las baterías para defensa del Puerto Militar, fue adquirida por el general Domingo Viejobueno, en el año 1889, en las usinas Krupp, de Alemania.

Los veinte cañones de las baterías fueron trasladados desde el Arsenal de Zárate, donde estaban depositados, y habían costado la suma de un millón de pesos oro.

 

 

El presidente Uriburu, con el Ingeniero Luiggi, se dirigen a Baterías, en el Ferrocarril Estratégico.

 

Creemos hacer un acto de justicia mencionando los nombres de las personas que, por su cargo, mas influyeron para realizar las obras del Puerto Militar. Son ellas:

Teniente General Julio A. Roca, Presidente de la República, que en calidad de presidente del Senado e interinamente Presidente de la República, por enfermedad del doctor Uriburu, autorizó en 1895 la adquisición de los primeros buques de la flota atlántica y ordenó los estudios del Puerto Militar.

Doctor José Evaristo Uriburu, durante cuya presidencia fueron concluidos los estudios del Puerto Militar y sancionada la Ley N° 3450 que autorizó las obras.

Ingeniero don Guillermo Villanueva, Ministro de Guerra y Marina cuando fue estudiado el proyecto y sancionada la ley del Puerto Militar, en diciembre del año 1896.

Teniente General don Nicolás Levalle, Ministro de Guerra y Marina, cuando fueron empezados los trabajos de las baterías y contratadas las demás obras, en febrero y abril de 1898.

Comodoro don Martín Rivadavia, Ministro de Marina y que estaba al frente del Estado Mayor General de la Armada, cuando principiaron los trabajos.

 

 

El primer dique.

 

Se distinguieron también por su apoyo a las obras, en los diferentes aspectos de las mismas, el capitán de navío don Manuel José García, los comandantes Félix Dufourq, Beccar, Scott Brown, mayor Villavecchia, etc. 

 


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