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Señor
Grupo integrado por las familias de Cabrera.
Bonacroso y Doval.
El señor Cabrera ha tenido a su cargo las tareas de fotógrafo del presente ALBUM, y a las mismas ha dedicado su mayor voluntad y su conocimiento del arte fotográfico.
Es hijo el señor Emilio Cabrera del apreciado matrimonio formado por el señor Francisco Cabrera y doña Ana Sánchez, que se radicaron en Punta Alta por el año de 1909. Desempeñó don Francisco sus tareas en la base naval por muchos años, y a su espíritu cordial se debió que fuera altamente apreciado en Punta Alta, donde falleció hace años.
Se recuerda todavía entre los que fueron sus amigos la verídica anécdota de que, al fallecer, un perrito que había cuidado siguió los restos al cementerio local, se instaló cerca del sepulcro y no se apartó jamás de allí, muriendo en el sitio, cerca de su amo, lo que constituye el más alto ejemplo de fidelidad que pueda concebirse.
Después de actuar en diversas actividades, el señor Emilio Cabrera se dedicó al arte fotográfico alrededor del año 1928, abriendo un estudio fotográfico al que dedicó todas sus energías y cuidados, logrando rodearse de una asidua y numerosa clientela.
Actualmente el estudio fotográfico está instalado en el céntrico local de la calle Bernardo de Irigoyen 18, teniendo el título de "Foto Ideal".
Además de los trabajos de galería, aire libre, encargos, etc., la casa tiene anexado un laboratorio para revelaciones, copias y ampliaciones, donde los aficionados encuentran todas las facilidades necesarias para realzar sus trabajos.
El señor Cabrera se casó el día 28 de marzo de 1934 en Punta Alta con doña Benigua
Rodríguez, naciendo del matrimonio los hijos Nilda Norma y Emilio Oscar.
Hasta aquí, el GRAN ALBUM DE PUNTA ALTA se ha limitado a reseñar hechos. Reales, concretos, exactos, verídicos. Se apartó de la hipérbole y de la fantasía. Como cuadra a una obra que se propone ser imparcial, descriptiva y veraz .
En Las propias biografías de los pobladores, verdaderos factores del progreso local, ha sido parco en adjetivos encomiásticos, porque entiende que si elogios merecen las personas, ellos deben derivarse de los hechos por las mismas realizados. Cosa igual sucede con las instituciones. A través de las páginas del GRAN ALBUM DE PUNTA ALTA, quedan expuestos una cantidad de factores que han coadyuvado a la formación espiritual y material de la ciudad. Se han reproducido, originales los más, copiados otros, infinidad de datos históricos sobre la fundación y desenvolvimiento de Punta Alta. Del examen de todos esos factores puede extraerse una lógica y justa apreciación para establecer la parte que a cada cual le cupo en el desenvolvimiento prodigioso de Punta Alta, hasta llegar a lo que actualmente es.
Pero, las ciudades como los individuos no pueden vivir únicamente de pasado y presente. Necesitan proyectarse sobre el futuro, porque sólo en él, en lo que vendrá, prosigue la existencia. Ya que el presente muere en el instante mismo en que se vive.
Por lo tanto, el GRAN ALBUM DE PUNTA ALTA, pone término aquí a lo real para ocuparse un poco de la ilusión. Esta, en lo tocante a gran parte de la Población de Punta Alta, está encerrada, momentáneamente, en una aspiración: conseguir la autonomía municipal.
El desenvolvimiento rápido de Punta Alta ha creado problemas de carácter comunal y urbano, que esperan y necesitan adecuadas soluciones. Entienden los propulsores de la autonomía que nadie más capacitado para resolverlos que los propios habitantes de la ciudad. Que, tanto en potencia económica como en población, ha llegado, hace tiempo, a su mayoría de edad. Esta, pues, en situación de emanciparse y administrar sus intereses como mayor convenga al bienestar colectivo.
Campañas populares, políticas y periodísticas se han emprendido en procura de tal finalidad. El tema apasionó en ciertas épocas a distintos sectores de la opinión y ha tenido y tiene fervientes sostenedores y acérrimos opositores.
El tiempo dirá de qué lado se inclinará la solución. Por de pronto es una aspiración de Punta Alta que tiene la virtud de aglutinar los pensamientos y las ideologías en vista a una emancipación política que permita a Punta Alta gobernarse por sí misma. Posiblemente, tarde o temprano, por imperio de las circunstancias, llegue la descentralización y se convierta Punta Alta en cabeza de un nuevo Partido bonaerense. Mientras se espera, es altamente satisfactorio que Punta Alta tenga una inquietud de este cariz. Porque las ilusiones mantienen encendida la antorcha de las esperanzas y las aspiraciones comunes son las que impulsan, en grado sumo, el progreso de las colectividades humanas.
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